La postura sentada, que últimamente se ha universalizado, es un factor de envejecimiento y de enfermedades relacionadas con la edad.
Fruto de un largo proceso evolutivo, los humanos somos exclusivamente bípedos, el único mamífero de este tipo.
Nuestras posiciones naturales son de pie, tumbados o en cuclillas.
Nuestra verticalidad es un equilibrio precario que debemos adoptar o mantener constantemente.
¡El fin del hombre de pie!
Según algunas estadísticas, en Estados Unidos, ¡más del 70% de la población pasa 6 horas o más sentada cada día!
¿Cómo surgió la idea de sentarse e inclinar el cuerpo?
Un historiador alemán ofrece una explicación (1):
A medida que la gente se asentaba, fue adoptando la posición sentada, un privilegio inicialmente reservado a amos y reyes: el trono. Luego, los benedictinos inventaron la sillería, donde los monjes podían adoptar distintas posturas en un mismo espacio.
Luego vinieron las sillas de iglesia, que con el tiempo se convirtieron en objetos de prestigio en los hogares de clase media.
Por último, a finales del siglo XIX, la posición sentada se democratizó y Europa se hizo sedentaria. En el siglo XX, la silla conquistó el mundo y se convirtió en el símbolo de un nuevo tipo de hombre: el homo sedens, el hombre sentado.
Estar sentado no es cómodo ni natural, ni siquiera un descanso para las piernas. Coloca al cuerpo en una posición muy alejada de su fisiología.
Numerosos estudios demuestran que permanecer sentado durante mucho tiempo no sólo provoca trastornos musculoesqueléticos, sino que también se asocia a un mayor riesgo de aterosclerosis, desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y, en algunos casos, muerte prematura.
Los mecanismos que subyacen a estos fenómenos no se conocen bien y pueden implicar cambios en la hemodinámica arterial que pueden provocar cambios oxidativos e inflamatorios (2).
Se ha demostrado que descansar sentado tiene un efecto beneficioso sobre determinados factores del envejecimiento, como los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial.
Un estudio demuestra que permanecer de pie 5 minutos cada 30 minutos podría ser una buena dosis (3).
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1 : H. Eickoff. La posture assise et les chaises ou la perte de spiritualité (essai). Nov 2001. http://kaempfer.free.fr/Pages/texteshtm/assise.htm
2 : E. J. Pekas et AL. Prolonged sitting and peripheral vascular function: potential mechanisms and methodological considerations. Journal of Applied Physiology. 21 MAR 2023 https://doi.org/10.1152/japplphysiol.00730.2022
3: A. T.Duran et Al. Breaking Up Prolonged Sitting to Improve Cardiometabolic Risk: Dose–Response Analysis of a Randomized Crossover Trial
Medicine & Science in Sports & Exercise ( IF 6.289) Pub Date: 2023-05-01, DOI:10.1249/mss.0000000000003109